La resistencia al cambio es uno de los hándicaps por los que empresas tradicionales, como El Corte Inglés, no consiguen avanzar y competir con los gigantes del comercio y la tecnología, entre otros, Amazon. Además de tener otras desventajas tales como estructuras sobredimensionadas y plantillas veteranas que son más caras. “No estamos sabiendo utilizar la marca y la confianza ganada durante años para ganar a las empresas que vienen nuevas”.
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