Hasta hace poco, muchas multinacionales se han concentrado en recopilar enormes cantidades de datos, en desplegar unas infraestructuras formidables para extraerlos y en crear indicadores personalizados que convierten el caos en información relevante. El siguiente paso consiste en consolidar lo aprendido y aprovechar las posibilidades de la inteligencia artificial (IA) en la toma de decisiones.
Puedes leer el artículo completo aquí.